Es fin de mes y salís para el trabajo con
la única moneda de un peso que te quedó del sueldo. Por suerte ese día
vas a cobrar en la oficina y te repondrás económicamente. Te tomás el
subterráneo en la estación de Avenida de los Incas. Comprás el subtepass,
lo pasás por el molinete y al estar en el andén lo tirás en la montaña
de subtepass de todos los tipos que viajaron antes que vos esa mañana.
El subte tiene problemas y se va parando en cada estación hasta que en
la estación Malabia se detiene por tiempo indeterminado. Tenés que
seguir viaje ahora por algún otro medio pero ... oh! Tenés solamente los
30 centavos del vuelto. Por suerte por los parlantes anuncian que en la
boletería te van a dar otro subtepass sustituto. Ah... genial! Llegado a
la boletería te piden el subtepass usado. No lo tenés porque lo tiraste.
Ahora ya tenés dos problemas porque no sos manguero y ya no hay forma de
llegar a la oficina, excepto que camines las 30 cuadras que faltan...
Al mes siguiente y pese a tus previsiones económicas vuelve a ser fin de
mes y salís para el trabajo con la única moneda de un peso que te quedó
del sueldo. Por suerte ese día vas a cobrar en la oficina y te repondrás
económicamente. Te tomás el subterráneo en la estación de Avenida de los
Incas. Comprás el subtepass, lo pasás por el molinete y al estar en el
andén lo vas a tirar en la montaña de subtepass de todos los tipos que
viajaron antes que vos esa mañana, pero ahora tenés experiencia y con
gesto de suficiencia lo guardás en el bolsillo. El subte ese día anda
fenómeno. En la estación Medrano la voz en el parlante avisa: -Por
accidente personal...
Tanteás el subtepass en el fondo del bolsillo. Sí, está!
Hacés la cola en la boletería, te falta un lugar... El hombre de
adelante tampoco tiene con qué pagarse el viaje en colectivo y el
boletero solamente le ofrece un subtepass libre pero no le devuelve los
70 centavos. Te sumás a la queja ya que a vos te pasa lo mismo. La gente
de la cola se queja y Uds. dos discuten con el boletero. Aparece un
guardia de seguridad del subte y te pide que aceptes lo que te ofrecen o
que te vayas. (En ese momento tenés la sensación de que el guardia no
está ahí para la seguridad del pasajero sino la del tesoro del subte).
Viendo que la cosa se pone espesa, te retirás.
Nuevamente vencido por las circunstancias
y todo por no saber que una resolución de la CNRT obliga a la empresa de
subterráneos -en caso de interrumpirse el servicio- a reintegrar el
equivalente en dinero al valor del boleto o un nuevo Subtepass.
Anteriormente la empresa devolvía el boleto magnético, pero no así el
dinero, cuando en realidad estaba obligada a hacerlo en caso de que el
usuario lo requiriera.
Ahora los usuarios del subte conocen el
derecho que tienen, lo que evitará discusiones que pueden derivar en
incidentes como en el que fuiste protagonista. El reintegro del boleto
en cualquiera de sus dos formas debe ser inmediato. Es importante
aclarar que tanto para exigir la devolución del dinero como de un nuevo
boleto es necesario que el pasajero conserve el Subtepass ya utilizado. |