28 de abril de 2006
te espero en la peta de pecia
De como las Plazoletas Provincia de Nn ahora se llaman
Petas Pecia de Nn, cuando es tan importante el nombre tratandose de
homenajes a las Provincias Argentinas. Cuando cada uno de los
provincianos que viven o están de turistas en nuestra ciudad se
emocionan viendo que para la Ciudad también existen las Provincias
del mismo modo como se emociona un Argentino cuando ve en otro lugar
del mundo una plaza o una calle que se llama Argentina o San Martín
o Gardel.
Los espacios verdes de la Avenida 9 de Julio se
llaman y están dedicados en su gran mayoría a todas las Provincias
Argentinas y tienen la particularidad de estar cada una de las
plazoletas formada por dos plazoletas ubicadas enfrentadas a los
lados de la avenida. O sea que si quedamos en encontrarnos en la
Plazoleta Provincia de La Pampa, tenemos una dentro del perímetro
de Av. 9 de Julio, Moreno, Bernardo de Irigoyen y Alsina y otra en
el perímetro de Av. 9 de Julio, Moreno, Lima y Alsina. Así dos
personas podrían jurar sin mentir, que estuvieron esperándose en
la vereda de la calle Moreno de la Plazoleta Provincia de La Pampa y que no
pudieron encontrarse nunca.
Cómo pensar siquiera en colocar abreviaturas en
estos lugares tan amplios donde hay lugar para todas las letras de
los nombres. Sería como si en la tarjeta de visita del Sr. Horacio
Manuel Cardozo dijera "Hcio. Muel. Cardzo" denotando como
una cierta rareza o error de imprenta. Al respecto esiste una
historia en la ciudad de Miramar en la costa Atlántica donde
durante largo tiempo se abrevió en los mapas el lugar conocido como
Punta San Hermenegildo, escribiéndolo como Pta. Hermenº. Pasados
los años el nombre derivó y ahora hasta el museo del Vivero y la
misma Punta se llaman Hermengo.
Así sería de lamentar que al paso del tiempo las
Plazoletas de Provincia se transformaran en las Petas de Pecia.
Los carteles indicadores del nombre que decían
"Plazoleta Provincia de..." con todas sus letras, estaban apoyados en
columnitas de hierro de estilo antiguo. Ahora esas columnitas han
desaparecido, así como el resto de las letras. Estos carteles eran visibles
para cualquier peatón o automovilista que pasara por el cordón de la vereda de
las plazoletas. Ahora la única forma de saber el nombre del lugar es estar
parado sobre la placa de granito grabada colocada inserta en el suelo de cada
plazoleta y mirarla desde arriba. Seguramente el diseñador pensó en turistas o
extraterrestes que la ven desde un avión o desde el espacio.
Lo que tiene de bueno esta situación es que colabora a mi
buen humor, ya que lo encuentro tan absolutamente ridículo que cada día que
paso no puedo contener la risa.
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